sábado, 12 de febrero de 2011

Visión Geo-Espacial y Económica De La Criminalidad en Venezuela

El constante crecimiento poblacional que experimenta Venezuela en las últimas décadas, procura un análisis no solo demográfico sino también espacial. El aumento de la población debe ir acompañado proporcionalmente de políticas de planificación del Estado que se encaminen al ordenamiento territorial, es indispensable el establecimiento de dichas políticas, no solo para promover, controlar y administrar el manejo de los recursos naturales y la prevención de riesgos ambientales sino también, la prevención de riesgos sociales o la vulnerabilidad social que conllevaría un aumento acelerado de la población en un territorio o espacio improvisado y sin ningún tipo de planificación o políticas de ordenación territorial.

Venezuela para el año 2001, según el censo poblacional registraba una población de 23.054.210 habitantes, y según las proyecciones realizadas por INE (Instituto Nacional de Estadísticas) para el presente año 2011 tendremos 29.277.736 habitantes, esto representa un amento de 6.223.526 nuevos Venezolanos, a razón de más de medio millón de habitantes por año. Este aumento poblacional según las proyecciones del INE continuara en los próximos años.

Ahora bien, considerando la extensión del territorio Venezolano (912.050 km2) fuera de los 860.000 km2 de mar territorial, La población Venezolana esta desigualmente distribuida en el territorio, más del 75 % de esta población se concentra en la región Costa-Montaña al Nor-Occidente del país, esto según el INE representa una densidad poblacional de más de 500 habitantes por Km2. Esta concentración poblacional ha originado una serie de consecuencias geo-espaciales que afectan directamente el comportamiento de la población en dicho espacio.

Considerando el espacio como un ente multidimensional que influye y que condiciona las relaciones humanas, debemos tener en cuenta de ordenamiento urbanístico, Elías Méndez lo define como una “red urbana que estructura la malla de organización y gestión del espacio territorial, se dimensionan los mercados a escalas diversas, se localizan múltiples actividades económicas y sociales, se cumple más intensamente la función residencial, se ofrecen bienes y servicios a la población y a su área de influencia y se concentran las decisiones que emanan del sector público y de agentes privados”. Este precepto de espacio urbano engloba las características fundamentales que lo rigen, pero el problema se presenta cuando una o varias de estas características son deficientes, o cuando el hacinamiento poblacional sobre pasa de manera exponencial los limites de influencia que genera el espacio urbano.

El hacinamiento poblacional, es la excesiva concentración de habitantes en un espacio determinado, aglutinados de manera desordenada y carente de servicios públicos eficientes para satisfacer la demanda. El deterioro progresivo de la calidad de vida en los centros urbanos es un factor fundamental del desarrollo de las sociedades, diversos son los problemas que puede generar el hacinamiento poblacional aunado a la disminución de la calidad de vida, el fenómeno de la violencia, la delincuencia, el crimen u otra tipología delictiva es una característica esencial de este tipo de organización social.

El análisis espacial de la criminalidad en Venezuela pasa por diversas aristas, la percepción de la población con su espacio, el rol que la sociedad le ha asignado a cada género, la inmensa desigualdad socio-económica derivada del mal uso de los recursos naturales y la desigual distribución de la población. Tomando en cuenta estas premisas la Geografía como ciencia social puede aportar soluciones desde el punto de vista espacial al problema de la criminalidad en Venezuela.

La falta de acciones políticas y jurídicas eficientes para impedir el aumento de la criminalidad en Venezuela ha fomentado en la población Venezolana una especie de sensación de impunidad en el territorio Venezolano, esta percepción de impunidad de la sociedad Venezolana se ve reflejada en la poca confianza hacia los cuerpos encargados de la seguridad en el país, al alto número de delitos no denunciados, al aumento de las llamadas “vacunas” y al pago de extorsión por secuestros a personas y bienes tanto en las zonas urbanas como en las zonas rurales.

Según el INE, en el año 2003 en el Área Metropolitana de Caracas se conocieron oficialmente 57.223 casos, de los cuales solamente se realizaron 1.874 detenciones y se concluyeron 35.849 casos, restando 21.404 casos sin resolver, una cifra aún muy alta. Esta misma tendencia se acentúa proporcionalmente en la zona Nor-Occidental del país y disminuye porcentualmente en las zonas con menos densidad poblacional.

En el análisis de la criminalidad, la Geografía del Género podría aportar interesantes conclusiones, cuando hablamos de homicidios, secuestros, violaciones u otra modalidad delictiva, la sociedad pareciera haberle asignado a cada género un rol en cuanto a la realización de estas actividades. Los homicidios que se cometen en el territorio Venezolano la gran mayoría son realizados por Hombres jóvenes, en edades comprendidas de 15 a 35 años, solteros y con poca preparación educativa, la mayoría de las víctimas de estos homicidios pertenecen al mismo grupo de edad y genero, pero con condiciones económicas distintas a las de sus homicidas en la mayoría de los casos.

Esta característica afecta notablemente a la esperanza de vida de la población joven Venezolana, este ejemplo real infiere que ciertos tipos de delitos podrían estar jerarquizados y estructurados para cierta parte de la población.

En el aspecto socio-económico en los últimos años la población Venezolana ha venido disminuyendo su desigualdad social, tal y como lo muestran no solo cifras oficiales sino también, índices expuestos por el Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), más sin embargo, habría que analizar las causas reales de esta disminución de la desigualdad social en el territorio Venezolano, en los últimos años el comercio informal ha tomado un auge importante dentro de los espacios urbanos y dentro de la sociedad Venezolana, se ha impuesto como una vía de escape al desempleo o como empleo complementario para poder satisfacer las necesidades familiares.

Si bien es cierto, que el sueldo mínimo venezolano es el más elevado de América Latina, y que el desempleo en Venezuela según cifras del INE está por debajo del 10%, también es cierto que la inflación Venezolana es la más alta de América Latina y una de las más altas del mundo. En la actualidad hay más personas trabajando y recibiendo cierta remuneración pero a su vez con menos poder adquisitivo, esto explicaría un poco los índices expuestos el PNUD.

Sin embargo, esta condición socio-económica que presenta la población Venezolana, no afecta en lo más mínimo a la disminución de los índices de criminalidad, ya que en el mismo informe del PNUD, Venezuela es el tercer país con más homicidios en América Latina con un porcentaje de 52 homicidios por cada mil habitantes, superado por Jamaica con 60 homicidios por cada mil habitantes y por Honduras con 70 homicidios por cada mil habitantes.

Tomando en cuenta el análisis anteriormente expuesto, la población Venezolana desde el punto de vista espacial es más vulnerable a la criminalidad en la región Noroccidental, como consecuencia de la alta densidad de población que ha sobrepasado de manera exponencial las políticas de prevención criminalísticas en el país. Ahora bien, realizando un análisis de la organización urbanística de las ciudades concentradas en la Región Noroccidental, el espacio urbano ha sufrido cambios sustanciales como consecuencia de la criminalidad urbana y también, como consecuencia de la búsqueda de seguridad por parte de vecindarios urbanos.

Estos cambios sustanciales se expresan a través del incremento en la construcción de nuevos modelos de viviendas enmarcadas dentro de un espacio llamado “Villas”, propio de la cultura Occidental, donde podemos observar, Viviendas casi herméticas, alejadas del espacio vecinal cercano, amurallamientos, cercas eléctricas, cerco o implantación de portones que obstruyen el libre tránsito por ciertas calles, han venido configurando un nuevo orden urbanístico o paisaje urbano distinto a nuestra cultura de sociabilización. Este paisaje urbano socaba notablemente las relaciones vecinales o el contacto vecinal, si se toma en cuenta el espacio vecinal como entidad donde se relacionan las familias, los individuos, el conocimiento de distintos modos de vida, etc. Las personas perciben que justamente cruzando la puerta de su casa, comienza la inseguridad.

La Geografía concebida como una ciencia abocada al estudio del espacio, podría ofrecer múltiples aportes a la solución del problema de Criminalidad en nuestro país. La delincuencia desde el punto de vista espacial debe ser tomada como factor modificador de los espacios urbanos o de las ciudades, ya que influyen de manera indirecta en su configuración y eso es competencia Geográfica, Según Flores en su artículo: “ Una Geografía del Crimen; Tendencias y Percepciones Urbanas”, “El crimen ocurre en un espacio, donde la sociedad presenta ciertas características culturales (Geografía Cultural), poblacionales, (Geografía de la Población), que tienen raíces históricas (Geografía Histórica). Además de un modelo económico que determina la calidad de vida de sus habitantes (Geografía Económica), generando condiciones que podrían influir de manera directa a un individuo a actuar patológicamente en contra de la sociedad o a uno de sus miembros”. De esta manera, vemos la intrínseca relación de la Geografía con el estudio de las relaciones y organizaciones humanas con su espacio.


Gustavo Rodríguez (Maestrante de la Universidad del Zulia)